Capitulo I: El primer encuentro.
Fue alrededor de media noche, yo estaba en mi cama, había apagado la televisión hace nomás de diez minutos, normalmente mi día acaba cuando apago la televisión, pero aquella noche era diferente, no podía dormirme. Me dedique a pensar en mi vida, la verdad empecé a auto compadecerme, esa misma tarde había tenido una pelea muy fea con mi novia, ella dijo que terminaría solo y que nadie me iba a querer, ¡ja!, lo encuentro gracioso porque la verdad es que no la contradije, no me e apegado emocionalmente con nadie y lo mas triste es que cuando digo nadie es nadie, incluyendo a toda mi familia, no tengo ningún trauma de la infancia o algo por ese estilo, solamente no me siento muy unido a ellos.
Para los que lean esto es para que sepan que sucedió desde adentro del infierno ya que los que no estuvieron en medio de esta situación piensan que todo fue como una película, que salimos, peleamos y conquistamos…..no, no fue así, sinceramente cuando recuerdo todo lo que paso desearía haber muerto en aquel río.
No se esta seguro donde fue el primer brote, ni que día exactamente fue o principalmente como o porque fue, solo sabemos que sucedió. Mi primer encuentro con esto fue el día que se desato el pandemonio, fue el 23 de mayo, un día que marca en la historia mundial.
Yo como de costumbre había salido tarde al liceo pero como aquella mañana estaba cansado por el desvelo de la noche anterior y deprimido por la pelea con mi novia el día antes, ni siquiera estaba muy interesado en llegar a tiempo y para cambiar un poco el ambiente quise tomar otro camino al liceo, me tomaría mas tiempo pero como sea iba a llegar tarde, camine 5 cuadras para llegar al río y de ahí tenia que bajar 10 calles (el camino normal es solo de 10 calles), ya estaba saliendo el sol cuando me di cuenta que realmente era muy hermoso, me concentre tanto en eso que no me di cuenta que estaba a media calle del liceo y que debía andarme con cuidado ya que para que la gente no se cayera al río, el municipio había puesto una reja de metal de 1,20 cm de altura pero aquel segmento no estaba debido a un accidente que ocurrió el sábado pasado, un auto casi cae al río pero gracias a la reja de metal no lo hizo pero la despedazo así que sacaron lo que quedaba. Iba cruzando por esa parte cuando un chico no mucho mayor que yo apareció.
- oye loco, ¿tenis fuego?
- No, lo siento, yo no fume- al estar cerca pude oler su hedor a alcohol y por sus ojos diría que se drogaba.
- Ya po’ loco, pasaa fuego- se me acerco enojado.
- Te dije que yo no fumo- baje la mirada y pase con fuerza empujándolo.
- ¿A no me vai a pasar naa’ maricon?
Pude oír como recogía un palo quise darme la vuelta por si quería amenazarme pero fue muy tarde ya que antes de hacer nada solo sentí el golpe en mi cabeza, fuerte y silencioso, me dejo desmayado. No se cuantas horas fueron pero se que muchas ya que el sol estaba inusualmente fuerte así que ya eran pasadas las 3 de la tarde, estaba mareado, confundido y preguntándome por que nadie me había ayudado, tenia todo mi uniforme puesto, por lo cual dudaba que pensaran que solo era un borracho. Trate de pararme pero no podía, nunca me habían dado un golpe tan fuerte en mi vida, las cosas seguían siendo borrosas pero conseguí ver muchas cosas rotas y quemándose sin mencionar que escuche muchos gritos, alaridos y vislumbre personas huyendo de otros, una chica estaba corriendo locamente y gritando un sin fin de cosas que yo no podía entender por mi aturdimiento, reaccione a pararme para que ver que estaba pasando , camine unos cuantos pasos sin saber en que dirección estaba yendo, hasta que me caí al río por la falta de la reja de metal, sentí el agua fría en todo mi cuerpo momentos antes de volver a desmayarme.
Se que no eran sueños ya que cuando te desmayas no sueñas pero aparte de eso, se que no eran sueños, por que esos gritos, esos desgarradores gritos de dolor y terror eran tan reales que me apretaban el corazón y me hacían sentir mucho miedo, aun así, no el suficiente como para pararme.
Cuando al fin me desperté totalmente ya era de noche por la luna y el frío yo diría que eran las 11 de la noche, use toda mi energía para subir, después de 2 intentos lo logre y sin darme cuenta caí dormido.
Cuando desperté estaba en la orilla del río agotado y aun aturdido preguntándome que paso, quise ver la hora pero no encontré mi celular, mochila o mi parca y gracias a eso conseguí recordarlo todo el muchacho alcohólico y drogadicto que me ataco con un palo en la cabeza, debió robarme cuando estaba inconciente, me asegure de estar bien para ponerme en marcha, al inicio creí que era un sueño o una pesadilla todo estaba destrozado, autos volcados, casas quemándose, y sangre en todo el suelo quise ir a mi casa pero pensé que en el liceo habría alguien que me pudiese decir que estaba pasando, afuera del liceo todo se veía como los demás incluso había un auto chocado contra el edificio, pensé inmediatamente en devolverme pero vi a una persona dentro, mejor dicho una niña, entre cautelosamente ya que todo estaba hecho un desastre, me acerque con vigilia pero no me noto, la vi caminar hasta el hall pero su caminar no tenia sentido, solo se movía de un lado a otro lentamente, me acerque a ella por delante y pude ver sus ropas ensangrentadas, me acerque rápidamente pero antes de llegar a ella pude ver a otros 3 niños, me hinque para poder verle la cara pero tomo otra dirección, cansado y confundido solo atine a decir
- ¿Qué esta pasando aquí?- y antes de que me diera cuenta todo me miraban, quietos y silenciosos, fue la primera vez que la niña alzo la mirada, cuando pude ver sus ojos me di cuenta que no tenia pupilas me acerque para poder ver bien, sin darme cuenta ella trato de morderme la cara la empuje pero antes de reaccionar para hacer algo ya venían los otros niños sobre mi, solo pude pensar en esquivarlos, eludí a 2 pero el ultimo me tomo del brazo y me tiro contra la pared, su fuerza me dejo muy sorprendido solo logre separarlo de mi a patadas, mientras tanto los demás se venían contra mi, corrí y corrí como nunca, hasta llegar al otro extremo del liceo donde estaba a mi sala.
Adentro de ella todo estaba destrozado, me senté sobre una mesa a descansar cuando escucho unos golpes desde la puerta, eran de esos niños chocando contra la puerta una y otra vez, me acerque a la ventana de la puerta y pegue mi frente al cristal musitando preguntas sobre por que estaba pasando esto y mas importante donde estaban todo, antes de pensar en una respuesta me di cuenta que los golpes habían cesado sin percatarme había dejado una mancha de sangre en el cristal, esa herida provenía del golpe que me había sido dado el día anterior, me fije que los chicos se encontraban inmóviles mirándome o tal vez a la mancha de sangre, no lo se a ciencia exacta pero lo que si se es lo que sucedió después. Saltaron con mucha fuerza a través del cristal, me aleje rápidamente y pude notar que los cortes en sus manos, cara y cuerpo en general no les molestaban en nada y que prácticamente no salía sangre de sus heridas, fue hay que me di cuenta que para “ellos” la sangre es como un éxtasis o algo así, los vuelve locos y mucho mas peligros que de costumbre, los raros e inofensivos niños que recién había visto se transformaron en un trío de monstruos, graciosamente eran eso en verdad, se lanzaron sobre mi y yo no podía hacer nada, tome una mesa de la sala y trate de apartarlos de mi. Querían morderme, como lo se, un chico casi consigue morderme pero solo pesco el polerón, entre los tres pequeños engendros me fueron empujando hacia atrás, cuando creí que era mi fin pude ver que la ventana estaba abierta y que la reja había sido arrancada, me senté sobre el marco mientras usaba la mesa para defenderme y debido a mi desequilibrio caí del otro lado pero sin perder tiempo salte el portón de metal del liceo y el alambre de púas para poder alcanzar mi libertad, me aleje del portón de metal y tome un respiro me había salvado por mera suerte nada más...
Autor: alvaraiz
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